viernes, 29 de octubre de 2010

Momiji 紅葉

El otoño es mi estación del año favorita (al menos desde que vivo en Asia) y la razón es bastante simple: me fascina el Momiji (o Köyö, dos maneras diferentes de leer en japonés la misma palabra escrita en kanji 紅葉).

El Momiji es ni más ni menos que el color rojizo o anaranjado que adquieren los árboles (sobre todo el arce) en la temporada otoñal. Os pongo algunas fotos para que lo veáis:

Fotos tomadas en los jardines del templo Ryoanji, en Kioto, Japón (2007)


Por lo visto solo puede observarse en algunos países del Pacífico, como Corea y Japón, en Mongolia, en China y en algunas zonas de Rusia.
El Momiji suele aparecer a finales de otoño en Corea y a lo largo del mes de noviembre en Japón, conforme va haciendo más frío y avanza el otoño.




 La armonía que se crea de la combinación entre el color de estos árboles con la madera de los templos en Japón es embriagadora. Sin duda, uno de los mayores atractivos del país nipón, especialmente en Kioto, donde el Momiji suele durar más tiempo que en la capital.




Tohoku, la zona norte de la isla de Honshu en Japón, es especialmente famosa por su Momiji, donde empieza a notarse ya a principios de octubre, pues el frío hace sus primeros pinitos antes que en las zonas centrales del país.





Seguramente muchos de vosotros conoceréis el famosísimo Sakura (florecimiento de los cerezos en Japón), ya que tiene bastante reputación en occidente y los japoneses se han encargado de popularizarlo como un elemento cultural más.


Pues bien, el Momiji es, a mi modo de ver, la versión otoñal del Sakura. Un acontecimiento estacional que provoca aglomeraciones bastante desagradables de gente los domingos de otoño.


Una agradable sorpresa que me he llevado este año ha sido ver que en Corea el Momiji no tiene nada que envidiar al japonés. Buena muestra son las siguientes fotos:



Cascada en Gachon, zona oriental del Corea, al este de Seúl

Mientras que el Sakura simboliza lo efímero de la vida, la belleza que muere; el Momiji evoca la melancolía y la soledad, invita a la reflexión y al cambio. Según me han comentado, en Corea se tiene la creencia de que la primavera es la estación de las chicas, por su colorido y viveza; pero el otoño es la estación de los chicos, cuando se sienten más melancólicos y existencialistas.

Que paséis un buen día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario