miércoles, 20 de enero de 2010

Templo Bongeunsa 봉은사

El templo Bongeunsa es uno de los recintos budistas más grandes de Seúl. Se encuentra en la zona de Gangnam, que ya comenté anteriormente, justo al lado del COEX, el centro financiero de Seúl y que alberga uno de los centros comerciales más grandes de toda Asia en su interior.


Entrada al templo vista desde atrás. Contrasta con los edificios modernos del fondo

Pero sigamos con el templo en cuestión. Su construcción data del año 794 y, aunque fue gravemente dañado durante la Guerra de Corea, algunos de sus edifcios más antiguos aún siguen en pie.


Monje del templo
 
Jardines del recinto

 Debido al avance del confucionismo, el budismo sufrió un duro revés durante la dinastía Joseon (que gobernó desde el siglo XIV hasta principios del XX), con represiones por todo el país a los creyentes. Sin embargo, gracias a la reina Munjeong, el budismo experimentó un breve resugimiento durante el siglo XVI. Por ello, el templo Bongeunsa se convirtió en el centro espiritual del budismo Seon, más conocido en occidente por budismo Zen, tal y como se le llama en japonés.




Los interiores del templo destacan por estar bastante más recargados que otros templos coreanos, y los centenares de esatuillas budistas de oro que podemos observar nos permiten comprobar la buena salud de la que goza hoy en día el budismo también. Del techo cuelgan plegarias de color rojo, que contribuyen en el ambiente recargado y elegante.


Exterior adornado con lamparillas blancas

Estatuillas doradas de Buda

No obstante, este templo es conocido por su enorme estatua de Buda situada en su parte posterior. Sin lugar a dudas, impresionante. Su contraste con los grandes edificios colindantes nos da la impresión de estar  observando pasado, presente y futuro de un solo vistazo.

 

 
Imágenes de la gran estatua de Buda

lunes, 18 de enero de 2010

Asakusa 浅草

La capital nipona, aunque no escasea de templos y santuarios, están muy masificados y son, por lo general, muy actuales, ya que la mayoría fueron destruidos por los bombardeos norteamericanos durante la II Guerra Mundial y han sido restaurados hace relativamente poco. Por ello, si lo que queremos es impregnarnos de esa inigualable atmósfera medieval japonesa, tendremos que recurrir a otros sitios más alejados como Kioto (incomparable), Nara, Kamakura, etc.

No obstante, si solo podemos visitar Tokio en nuestro recorrido, con Asakusa probablemente podemos quitarnos esa espinita. Asakusa es, sin lugar a dudas, el punto de referencia cultural del Tokio tradicional.

Puerta Kaminarimon. Entrada al templo Sensoji

A Asakusa se la conoce por su templo, el Sensoji, y los puestos de venta de artículos tradicionales que encontramos en el interior de su recinto. Pero esto no es todo. Asakusa en sí es el centro del Shitamachi, los barrios bajos del antiguo Edo, que es como se conocía a la ciudad de Tokio hasta llegó la Revolución Meiji.
El ambiente de Edo, de edificios bajos, puestecillos de comida en las calles y ese olor inconfundible a época feudal solo queda empañado por la masificación turística del lugar. Visitado por más de 20 millones de personas al año, contemplar el templo Sensoji con traquilidad es una tarea bien difícil.


Nakamise, conocidísimo paseo de puestos de venta de souvenirs

Pero vamos por partes. Una vez hemos llegado al distrito de Asakusa, lo que posiblemente más nos sorprenderá es el extraño contraste de los templos con rascacielos y oficinas al fondo. Este fenómeno es la tónica en muchas ciudades niponas, pues el país combina el modernismo y la tradición a partes iguales (unas veces con más gloria que otras).


También es Asakusa, pero con una panorámica bien distinta

Entraremos al recinto del templo Sensoji por la Kaminarimon, la puerta del trueno, que nos da la bienvenida al templo con su enorme lámpara de papel. Esta nos llevará hasta una larga calle peatonal, la Nakamise, atestada de tiendas de souvenirs,  bastante baratas y donde es fácil encontrar regalos típicos: adornos, yukata (kimonos de verano), artículos de Kitty y Doraemon (que poco tienen que ver con el Japón tradicional, pero bueno), camisetas con kanji escritos, dulces y un sin fin de productos que, si bien pueden sacarnos de un aprieto para algún que otro regalo, tampoco tienen mucho que destacar, pues son artículos fabricados por grandes empresas sin ningún valor cultural más que el de presente de recuerdo. Antes de llegar al templo, podremos observar una pagoda de 5 pisos a la izquierda.

Pagoda de cinco pisos

Cuando llegamos a las cercanías del templo, nos llamará la atención el incensario donde los visitantes se impregnan del humo que despide: se dice que llama a la buena suerte.


 Incensario que atrae a la buena suerte

El templo en sí está dedicado a Kannon, la bodhisattva de la compasión budista. Un bodhisattva es, para la filosofía budista, un ser en el estado previo a la iluminación, es decir, antes de convertirse en Buda, y que dedica su vida a este propósito. Es fuente de inspiración de muchas obras de arte de oriente y su representación como Kannon refleja la compasión del mundo.


Edificio principal del Sensoji

Aunque la primera piedra del templo Sensoji data del 645, en realidad fue reconstruido tras la II Guerra Mundial. Tras esto se ha convertido en uno de los emblemas turísticos de Tokio y, por consiguiente, en uno de los lugares más visitados de Japón.

viernes, 15 de enero de 2010

Yokohama - Minato Mirai 横浜-みなと未来

La ciudad de Yokohama, conocida por haber sido sede del mundial de fútbol Japón-Corea 2002, es la segunda ciudad más grande de Japón, por detrás de Tokio y delante de Osaka. Al estar prácticamente unida a la metrópolis de Tokio y los alrededores, forma, junto con esta, la mayor aglomeración urbana del mundo.


Entrada al Minato Mirai

Hoy vamos a centrarnos en su puerto, el Minato Mirai, que más bien es un enorme complejo de ocio con hoteles, restaurantes, centros comerciales, parques de atracciones y jardines. Por la parte delantera encontramos varios racacielos alineados que cada uno conforman enormes centros comerciales. Destacan los conciertos de bandas colegiales de música clásica que se celebran a veces los fines de semana.


Parque de atracciones

 Bordeando la costa, encontraremos un parque de atracciones que, si bien no es muy grande, tiene un noria que merece la pena montar solo sea por admirar las preciosas vistas nocturnas.

 
Litoral
La extensión de este complejo es enorme: al final nos toparemos con un hotel con un diseño más que curioso en forma de cuña y unos jardines muy bien cuidados. 




La primera vez que lo visité, en el año 2006, tengo que decir que me dejó boquiabierto: tal y como su nombre indica, es un auténtico puerto futurista. Si se visita de noche, las vistas que ofrece del puerto y el puente rainbow son espectaculares, solo superadas por las que podemos disfrutar desde la isla artificial de Odaiba en Tokio.


 Atardecer en Yokohama


El edificio más grande, el Landmark Tower, tiene un mirador de pago en su última planta que merece la pena visitar. No hay foto que haga justicia a la impresionante visión de la urbe nipona.

jueves, 14 de enero de 2010

Particularidades de la comida coreana

No quisiera dejar pasar la ocasión de hablar de gastronomía coreana, uno de los rasgos más característicos de este país y una de las razones por las que a los extranjeros nos encandila Corea. A pesar de que en Europa la comida japonesa pueda gozar de muy buena reputación, en Asia son los cocineros coreanos los que se llevan los galardones.

Probar la comida coreana es un auténtico mar de sensaciones, unos más picantes que otros.  Desde luego, si hay algo que distinga a la comida coreana es esto mismo: su sabor picante. El gochujang, pimiento rojo en forma de polvos, se utiliza para fermentar verduras y otros ingredientes, y es lo que le da ese particular sabor a la mayoría de los platos.


Carne hervida con platos secundarios

El ingrediente principal que se sirve con todas las comidas como plato secundario es el kimchi, también utilizado para cocinar. El kimchi es, a grandes rasgos, verdura, por lo general col china, fermentada con polvos de pimiento rojo y ajo. Está considerada uno de los ingredientes más sanos del mundo, por sus facultades de prevención del cáncer (está demostrado que disminuye su incidencia), así como por contener lactobacilos, que los europeos lo encontramos en los yogures.


  Dos tipos de kimchi 

Cuando comemos fuera, al pedir un plato principal (por ejemplo carne a la parrilla, muy común) se nos inundará la mesa de pequeños platos secundarios que se podrá repetir cuantas veces quiera. Acto seguido nos traerán una parrilla eléctrica (muchas mesas ya vienen con ella instalada) con la que nos cocinaremos nosotros mismos la carne. Este es uno de los aspectos que mejor definen la cocina coreana: hacer uno mismo la comida como excusa para socializar. Comer fuera no es un simple hábito gastronómico para el coreano, tiene también un fuerte componente social.


Sampgyeopsal

Aunque a los occidentales les pueda parecer extraño, al contrario que la cocina japonesa la gastronomía coreana basa muchos de sus platos en la carne. Los más conocidos son el samgyeopsal, el bulgogi, el galbi... entre otros. De ellos hablaré por separado cuando tenga la oportunidad (y las fotos pertinentes).

Muchos de los platos coreanos son comidas normales, o estándar, solo que con pasta de pimiento rojo añadida. Por ejemplo, los muslos de pollo, la pasta de arroz (que se toma en Japón), los rollos de arroz  y fideos con alga, etc. están sazonados con esta picante salsa que sube los colores al gourmet en pleno invierno.

Pollo coreano con salsa de pimiento rojo

En posteriores artículos entraré más detalladamente con platos concretos que merezcan mención.

domingo, 10 de enero de 2010

Hokkaido - Otaru 北海道-小樽

Como ya comenté en la entrada anterior, hoy continuaremos con la prefectura de Hokkaido. Concretamente nos desplazaremos hasta una pequeña localidad a pocos kilómetros de Sapporo: Otaru (小樽).


Centro de la ciudad

Otaru es una ciudad más antigua que Sapporo, ya que existía con el nombre de Otarunai desde la época de los ainu, un lugar donde el shogunato (gobierno feudal del Japón medieval) comerciaba con estos, dándole especial importancia al puerto local. Su nombre cambió al actual el mismo año en que el gobierno Meiji fundó Sapporo. Las edificaciones de la ciudad son de estilo europeo, debido a que su desarrollo tuvo lugar en esta misma época, en la que se produjo la occidentalización del país nipón tras sus dos siglos y medio de aislamiento internacional.


Centro de la ciudad

Indiscutiblemente, el principal atractivo turístico de Otaru es su canal: el bellísimo símbolo de la ciudad. Su mayor expansión se produjo a comienzos de la era Meiji (finales del siglo XIX), dada la importancia de su puerto, su proximidad con Rusia, etc. Es destacable la visión que ofrece en invierno, completamente nevado y blanco.

Canal de Otaru al anochecer

No obstante, el canal no es el único lugar de visita característico de la ciudad. La casa de las cajas de música (la OrugoruDö) es, sencillamente, preciosa. Como su nombre indica, se trata de un lugar artesanal que fabrica cajas de música (y creo recordar que era de los mayores del mundo); pero lo que más impresiona de su muestrario es, por el contrario, las minuciosas y diminutas figuras de vidrio que están expuestas. El nivel de detalle es digno de admiración.


Interior de la Casa de las Cajas de Música

Eso es todo lo que destacaría, que no es poco, de esta pequeña ciudad que gana mucho si se visita en invierno, pues la nieve es un aliño a su belleza paisajística.

sábado, 9 de enero de 2010

Hokkaido - Sapporo   北海道 - 札幌

Hoy voy a empezar la primera de una serie de dos artículos dedicados a Hokkaido, la prefectura más septentrional de Japón. En concreto, hablaremos de su capital, la gélida Sapporo.


Sapporo desde el avión, cubierta de nieve

Primero, os pondré al corriente sobre Hokkaido. Se trata de una de las cuatro islas principales que conforman el archipiélago nipón. Hasta el siglo XIX, estuvo habitada por los Ainu, una raza indígena de cazadores que hablaban incluso otra lengua (el ainu) y al ser un territorio tan frío, los japoneses no se adentraron en él hasta comienzos de ese siglo.


Parque Ödori, con la torre de Sapporo al fondo

Tras la colonización de la zona (además de las islas más al norte, que aún se disputan con los rusos) en 1868, en pleno clímax de la revolución Meiji, se fundó Sapporo al año siguiente.

Sapporo destaca por su clima invernal, con nieves durante todo el invierno, lo que le otorga el privilegio de albergar una de las fiestas modernas más populares en Japón: el Festival de nieve de Sapporo (札幌雪祭り), que reúne a turistas de todo el mundo que llegan a la ciudad para admirar las relucientes estatuas de nieve e hielo que se exponen en el parque Odori (alucinantes, de verdad).


 Edificio Akarenga

Sus atracciones turísticas son muy variadas, a pesar de ser una región tan recientemente descubierta. Sin embargo, debido principalmente a esto, lo que observaremos dista mucho del Japón antiguo: la mayoría de los edificios se asemejan a las construcciones europeas y americanas del siglo XIX y comienzos del XX, pues los estadounidenses colaboraron en el diseño de la ciudad tras la revolución Meiji.

Destacaría el antiguo Edificio de Gobierno de la Prefectura, Akarenga (赤煉瓦), construido con ladrillo rojo, muy poco frecuente en Japón. Sus dimensiones, enormes para la época, pretendían demostrar el poder del gobierno Meiji en la región de Hokkaido. Tampoco puedo dejar pasar el barrio de Susukino, con un ambiente y un encanto que lo diferencia de otros barrios modernos de Japón; la torre de Sapporo, con unas excelentes vistas del mencionado parque Ödori (que en diciembre ofrece un mercado navideño muy parecido a los alemanes); un pequeño paseo hasta la montaña Moiwa-yama, que nos regala unas estupendas vistas de la ciudad, y el Ramen Kyowakoku (literalmente, la República del Ramen), el paraíso de los que degusten estos tipos de fideos.


Barrio de Susukino y la cerveza Sapporo

En cuanto al aspecto gastronómico debo decir que Sapporo es una auténtica delicia: el Ghengis Khan (plato de cordero), el ramen (sopa de fideos chinos) de miso, los restaurantes de cangrejo y, por supuesto, la famosa cerveza Sapporo ponen la guinda a esta región muy poco conocida por los occidentales pero que, sin lugar a dudas, merece la pena visitar.


 Menú de cangrejo



 Ghengis Khan


 Ramen de Miso

En la próxima entrada pasaremos a Otaru, una pequeña ciudad muy cerca de Sapporo que merece una mención aparte.

jueves, 7 de enero de 2010

Palacio Gyeongbokgung 경복궁

Hoy voy a hablaros del palacio real más famoso de Seúl: el Gyeongbokgung (경복궁). Está situado en la zona de Gwanghwamun, corazón antiguo de la ciudad durante la era Joseon (1392-1910) y lugar que hoy acoge también la casa presidencial.


Entrada al palacio, la puerta Heungnyemun

El Palacio Gyeongbokgung tiene una extensión enorme. Construido en 1394 por el rey Taejo, fundador de la dinastía Joseon, fue el centro de la vida política de la capital real, Hanseong, la que actualmente conocemos como Seúl. Se rige, en cuanto a su posición y estructura, por los principios del feng shui.
El palacio en su día fue una ciudad en sí misma, con sus residencias oficiales, santuarios, etc. lo que puede recordar a la Ciudad Prohibida de Pekín. Fue destruido por los propios esclavos coreanos durante las invasiones japonesas que tuvieron lugar entre los años 1592 y 1598. El Gyeongbokgung, desde entonces, fue abandonado ya que la familia real se trasladó a otro palacio. 

 Uno de los estanques del interior

El palacio posee una belleza austera, rico en detalles en los exteriores pero muy pobre en decoración  interior. Parece ser que esto es debido a que los japoneses expropiaron todas las obras de arte y los muebles que había durante la época colonial.
 

Interiores del palacio
 
Uno de los atractivos de visitar el palacio es el cambio de guardia, que escenifica el momento en que las antiguas fuerzas militares se turnan para custodiar las puertas. La república trajo consigo la pérdida de esta tradición, pero el rito se ha recuperado para los visitantes por su valor turistico. El acto tiene lugar en la puerta Heungnyemun, a la entrada del palacio.


 Momento del cambio de guardia

Durante el siglo XIX se llevó a cabo un proyecto de restauración que se vio interrumpido por la colonización japonesa de Corea. Desgraciadamente, este palacio es conocido por el trágico asesinato de la popularísima emperatriz Myeongseong, llevado a cabo por los japoneses en 1895 (dedicaré algún día a hablar de las barbaridades que estos hicieron...), por lo que el rey Gojong tuvo que abandonar el palacio. Esto solo fue el comienzo de una serie de acontecimientos que terminaría con la anexión de Corea a Japón en 1910.

El interior de la fortaleza fue una ciudad para la realeza

El palacio Gyeongbokgung está considerada la atracción turística más interesante de Seúl, en términos históricos y culturales, claro está; además es el más grande y antiguo de sus palacios. Justo delante  encontraremos la puerta Gwanghwamun, que da nombre a la zona del casco histórico de la ciudad.


miércoles, 6 de enero de 2010

Ikebukuro 池袋

Ikebukuro se trata de un barrio de Tokio al que le tengo un especial cariño por tratarse del lugar donde viví los primeros meses de estancia en Japón.


Es considerado un Fukutoshin, un "centro secundario" de Tokio que, si bien su popularidad no llega a la de Shibuya o Shinjuku, en los últimos años ha experimentado un crecimiento espectacular. Su estación es la segunda con más afluencia diaria de gente en Japón, solo detrás de Shinjuku, y la variedad que ofrece al residente no la hace envidiar nada de otros distritos más populares.  Sinceramente, no lo considero un lugar con especial interés turístico. Eso sí, si vivís en Japón, sus alrededores son más que recomendables para poder alojarse, ya que cuenta con un cómodo transporte para poder desplazarse.

Además, la estación de la línea Yamanote (línea circular) divide este barrio en dos, la zona Este y Oeste: la zona este destaca sobre todo por ser un lugar para compras, mientras que la oeste tiene un bonito Chinatown donde podréis comer platos de una gran variedad de países asiáticos (vi hasta uno de Laos). No obstante, la parte más conocida sigue siendo la este, cuyo gentío los fines de semana puede llegar a agobiar.


Los sitios de visita obligada serían: el edifico Sunshine 60, un macro complejo de ocio; el edificio Amlux, que alberga el museo de Toyota, absolutamente recomendable, y si sois amantes de los libros, la Junkudo, la librería más grande que he tenido oportunidad de ver en toda mi vida. También hay bastantes salas de recreativos y de pachinko, un popular juego en Japón que consiste en meter bolas en una máquina (yo aún no le he visto la gracia...).



Si hay algo que destacar en Ikebukuro es el aumento de tiendas de electrónica que ha experimentado en los últimos años. Sin ir más lejos, estos últimos meses han abierto un par de tiendas Labi que dejarán con la boca abierta al turista occidental por su extensión y la ingente cantidad de artículos que ofrece. Además, quisiera destacar, como curiosidad, que en edificio principal de Labi han abierto en su última planta (la séptima) un departamento dedicado exclusivamente a la serie Gundam, y es absolutamente genial (si cuentas con pasta, claro XD).


Edificio principal de Labi. Esto sí que es una tienda de electrónica.

En el aspecto gastronómico, destacaría un kaiten sushi (establecimiento de sushi donde vas cogiendo los platos de una bandeja circular que va girando) cerca de la librería Junkudo y alguno de los restaurantes del Sunshine 60 (el italiano a la entrada está bastante bien).

Resumiendo, un lugar muy acogedor que, aunque algo masificado en los últimos años, tiene un encanto especial que lo distingue de otros distritos más conocidos.

Shibuya  渋谷

Continuando con los barrios más "in" de las grandes ciudades, me gustaría hablaros hoy de Shibuya, la zona joven de Tokio.

Cualquiera que conozca mínimamente algo de Japón, y, por supuesto, aquel que haya viajado allí, conocerá este sitio, o como mínimo le sonará el nombre. Podríamos decir que su famoso cruce (スクランブル 交差点) es la postal más famosa de Tokio, por lo que no faltan turistas extranjeros esforzándose en sacar la imagen más impactante. A ver si os suena:


Foto tomada por mí en mi primer viaje a Japón, en agosto de 2006

Este barrio es sencillamente alucinante. La cantidad de gente que pasa al día por aquí es insondable y la vitalidad de la zona no decae, aun de madrugada. Como lugares recomendables, destacaría el Starbucks del cruce (sin duda, el más famoso de todo Japón, adonde los mismos japoneses van a ligar XD) y el edificio Shibuya 109, centro de compras de las jóvenes tokiotas y al que no recomiendo entrar bajo ningún concepto en temporada de rebajas... Y, cómo no, la plaza Hachiko, punto de encuentro por excelencia de los japoneses en Tokio. En esta misma plaza se encuentra la estatua de Hachiko, un perro de principios de la era Meiji que se cuenta que esperaba a su dueño todos los días en la estación, incluso hasta diez años después de la muerte de este.


Estatua de Hachiko

También podemos encontrar una buena variedad de centros comerciales (más caros que baratos) y multitud de tiendas de ropa y locales de ocio. Desde luego, este barrio es completamente autónomo, tiene absolutamente de todo.

En cuanto al aspecto gastronómico, no puedo pasar por alto el famosísimo Ichiran, donde sirven uno de los mejores ramen de Tokio. Incluiría también el Standing Bar Shushi (aunque hay más por la ciudad), donde se puede comer un sushi más que aceptable de pie, pero es una elección personal.

Como dato curioso, en Shibuya se puede observar a la gente más estrafalaria de todo el país. Todas las modas y subculturas que os podáis imaginar tienen cabida aquí, y la gente pasea sin ningún pudor sus llamativos trajes y muestra su afición por la "subcultura" (hay infinidad, las kogal entre ellas).


 No puede caber más gente, ¿verdad?

El distrito también ocupa el parque Yoyogi y Harajuku, que dejaremos para otra ocasión, ya que también son muy interesantes de comentar por separado.

Sin duda, mi barrio favorito de Tokio, y un lugar de visita obligada tanto más si lo que buscas es esa parte moderna y, a la vez, extravagante del país nipón.