lunes, 18 de enero de 2010

Asakusa 浅草

La capital nipona, aunque no escasea de templos y santuarios, están muy masificados y son, por lo general, muy actuales, ya que la mayoría fueron destruidos por los bombardeos norteamericanos durante la II Guerra Mundial y han sido restaurados hace relativamente poco. Por ello, si lo que queremos es impregnarnos de esa inigualable atmósfera medieval japonesa, tendremos que recurrir a otros sitios más alejados como Kioto (incomparable), Nara, Kamakura, etc.

No obstante, si solo podemos visitar Tokio en nuestro recorrido, con Asakusa probablemente podemos quitarnos esa espinita. Asakusa es, sin lugar a dudas, el punto de referencia cultural del Tokio tradicional.

Puerta Kaminarimon. Entrada al templo Sensoji

A Asakusa se la conoce por su templo, el Sensoji, y los puestos de venta de artículos tradicionales que encontramos en el interior de su recinto. Pero esto no es todo. Asakusa en sí es el centro del Shitamachi, los barrios bajos del antiguo Edo, que es como se conocía a la ciudad de Tokio hasta llegó la Revolución Meiji.
El ambiente de Edo, de edificios bajos, puestecillos de comida en las calles y ese olor inconfundible a época feudal solo queda empañado por la masificación turística del lugar. Visitado por más de 20 millones de personas al año, contemplar el templo Sensoji con traquilidad es una tarea bien difícil.


Nakamise, conocidísimo paseo de puestos de venta de souvenirs

Pero vamos por partes. Una vez hemos llegado al distrito de Asakusa, lo que posiblemente más nos sorprenderá es el extraño contraste de los templos con rascacielos y oficinas al fondo. Este fenómeno es la tónica en muchas ciudades niponas, pues el país combina el modernismo y la tradición a partes iguales (unas veces con más gloria que otras).


También es Asakusa, pero con una panorámica bien distinta

Entraremos al recinto del templo Sensoji por la Kaminarimon, la puerta del trueno, que nos da la bienvenida al templo con su enorme lámpara de papel. Esta nos llevará hasta una larga calle peatonal, la Nakamise, atestada de tiendas de souvenirs,  bastante baratas y donde es fácil encontrar regalos típicos: adornos, yukata (kimonos de verano), artículos de Kitty y Doraemon (que poco tienen que ver con el Japón tradicional, pero bueno), camisetas con kanji escritos, dulces y un sin fin de productos que, si bien pueden sacarnos de un aprieto para algún que otro regalo, tampoco tienen mucho que destacar, pues son artículos fabricados por grandes empresas sin ningún valor cultural más que el de presente de recuerdo. Antes de llegar al templo, podremos observar una pagoda de 5 pisos a la izquierda.

Pagoda de cinco pisos

Cuando llegamos a las cercanías del templo, nos llamará la atención el incensario donde los visitantes se impregnan del humo que despide: se dice que llama a la buena suerte.


 Incensario que atrae a la buena suerte

El templo en sí está dedicado a Kannon, la bodhisattva de la compasión budista. Un bodhisattva es, para la filosofía budista, un ser en el estado previo a la iluminación, es decir, antes de convertirse en Buda, y que dedica su vida a este propósito. Es fuente de inspiración de muchas obras de arte de oriente y su representación como Kannon refleja la compasión del mundo.


Edificio principal del Sensoji

Aunque la primera piedra del templo Sensoji data del 645, en realidad fue reconstruido tras la II Guerra Mundial. Tras esto se ha convertido en uno de los emblemas turísticos de Tokio y, por consiguiente, en uno de los lugares más visitados de Japón.

3 comentarios:

  1. Haber si le cojo el truco de mandar comentarios y hacerlos decentes

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  2. Ahora parece que si,alla va..........Agustin con el que tengo el placer de compartir mis momentos en la bici,por los montes y carreteras de Malaga me ha introducido en tu blog,ya antes te conocia por amigo comun Haruki Murakamy y Tokio Blue.
    Bueno que sepas que aunque Agus no te lo diga esta orgullosisimo de ti y tu trayectoria.De momento no le convenzo de que vayamos a verte aprovechando que tendriamos guia gratis...........un saludo Ramon...mis hijas ya saben de tu blog.......

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  3. Encantado de conocerte Ramón.
    Me alegra que te guste el blog.
    Puedes comentar todo lo que quieras. A ver si otros lectores se animan también a escribir y opinar sobre los artículos.

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